Nueva Cultura Laboral – Teletrabajo en Tiempos de Pandemia

Productividad

En la actualidad se cree que el teletrabajo es el resultado incuestionable de la crisis sanitaria que se vive globalmente, sin embargo, sería bueno hacer un ejercicio histórico y recordar a Jack Nilles, a quien se le considera como el “padre del teletrabajo” e instituyó el término en la década de los 70’s, por lo que esta modalidad lleva ya unas cuantas décadas en práctica y surgió a razón de la crisis energética en Estados Unidos.

El propósito inicial del Ing. Nilles en plantear esta nueva modalidad fue de facilitar el traslado de los empleados a las plantas para ayudar a disminuir la contaminación medioambiental y ahorrar tiempo mejorando así la calidad de vida de los trabajadores, por una parte, y continuar con la productividad por otra. Si bien a este hecho se puede determinar como un hito para el inicio del teletrabajo, es necesario -y solo con la intención de documentar- recordar de igual manera que en Uruguay en la misma década, se aplicó esta modalidad para comercializar tanto productos como servicios con el mercado argentino en un inicio y luego ampliando su mercado a productos y servicios diferentes a países de la zona y de otros continentes.

A esto se suman otros países que se iniciaron en esta modalidad y para no pensar en lo inalcanzable, que nos llevaría a una lista interesante, nos circunscribirnos a Sud América citando a Colombia que trabajó más a fondo esta modalidad llegando a promover en el año 2008 la Ley del Teletrabajo. Chile es otro de los países que mostró gran avance en el marco legal y regulatorio de esta modalidad de trabajo modificando el artículo 22 del Código de Trabajo en el año 2001.

Como se puede apreciar, esta modalidad tiene larga data, sólo que no era conocida o al menos aplicada y si bien a la pandemia del Covid 19 no se le agradece su virosidad, se le reconoce que promovió y normalizó la modalidad del teletrabajo, llevando a su “re-descubierto” que cobró fuerza y se hizo viral, tanto que cambió la cotidianidad de múltiples empresas y personas que tomaron esta opción dentro de sus organizaciones laborales con el propósito de evitar la quiebra de sus negocios y tratar de mitigar al recesión económica mundial que sobreviene a toda pandemia.

Si bien esta crisis sanitaria es algo inédito en todo el mundo porque sorprendió a las grandes economías y cuestionó a los grandes sistemas sanitarios, es insoslayable el hecho que el teletrabajo adelantó la transformación digital y también llevó -o al menos cuestionó- la interrogante sobre la aplicación de esta modalidad que inicia una nueva cultura de trabajo y de mentalidad (S. Moschini afirma que: El trabajo no es un lugar donde se va sino algo que se hace”).

En este sentido y después de haber transcurrido tres décadas de su incorporación al ámbito laboral ahora hay mucho interés por parte de los investigadores de estudiar los efectos de este fenómeno en el ámbito social con un sinnúmero de interrogantes como el marco legal dentro de la relación contractual, y entre otras técnicas revisar metodologías y herramientas como la supervisión del trabajo remoto aplicando tecnología para beneficiar tanto al empleador como al trabajador. Por lo que el desafío actual, en relación al teletrabajo, estaría orientado -entre otros- a formular acuerdos evaluando el contexto económico, social, de salud y tecnológico para equilibrar los intereses mutuos de todas las partes involucradas.

Las personas que realizan el teletrabajo están más tiempo con sentimientos de soledad, preocupación e irritabilidad por haber sentido la ausencia física de sus colegas y colaboradores.

Como se puede apreciar, el teletrabajo es un fenómeno multidimensional y su relación con la salud ocupacional es uno de sus matices. Si se considera la implementación del teletrabajo como una nueva cultura laboral sería necesario que se volcara la mirada para observar dentro de la multidimensionalidad variables diversas y todas ellas importantes para el desempeño funcional del trabajador y el rédito del empleador. Considerar, por ejemplo, que las personas que realizan el teletrabajo están más tiempo con sentimientos de soledad, preocupación e irritabilidad por haber sentido la ausencia física de sus colegas y colaboradores. Sin embargo, es importante destacar también que hay otros estudios que revelan que los trabajadores a tiempo completo son un 22% más felices desde la implementación de esta modalidad, por otra parte, afirman que hay un 43% de mayor productividad. Como se puede apreciar hay mucha tela que cortar, pero lo cierto es que mientras dure la pandemia es un hecho que disminuye el riesgo de contagio, exponiendo menos a los trabajadores.

Los trabajadores no solo estuvieron frente al reto de continuar desde sus hogares con el teletrabajo sin la implementación tecnológica adecuada, sino que se vieron frente a esta nueva modalidad de trabajo sin la capacitación necesaria.

Continuando con la observación de múltiples aspectos relacionados al teletrabajo, es necesario observar que no todos los hogares disponen de ubicaciones físicas adecuadas/ambientadas, tampoco cuenta todo empleado con el equipamiento óptimo y un aspecto igualmente importante es el hecho de que muchos de los trabajadores no solo estuvieron frente al reto de continuar desde sus hogares con el teletrabajo sin la implementación tecnológica adecuada, sino que se vieron frente a esta nueva modalidad de trabajo sin la capacitación necesaria, es decir que migraron de una modalidad a otra sin previo conocimiento,  esta situación generó a algunos trabajadores tecnoestrés (Fabregat et al. 2002).

Dentro de la salud física hay aspectos interesantes para considerar, como que las largas jornadas laborales sin movimiento tienen un costo para la salud y su nombre es el sedentarismo y otras variantes que surgen como la alteración en los hábitos alimenticios como resultado de largas jornadas sin movimiento, para enumerar solo algunas.

Y para finalizar, sería por demás de recomendable agudizar el sentido de la vista y observar -como “El ojo” de S. Dalí- cuidadosamente las políticas de implementación con el objetivo de tener y preservar el derecho al trabajo y mantener una calidad de vida satisfaciendo de manera integral las demandas que implica esta nueva modalidad de trabajo.